7 de Abril de 2008

2008 ya... es inevitable pensar que dentro de poco empezaremos a arrugarnos. Hace pocome asustaba, ahora me da igual, la juventud es algo que se lleva por dentro, te quedes calvo o sin dientes.

Parece que no todos piensan igual, lo entiendo perfectamente. Pero sí es verdad que lo malo no es que el tiempo pase, sino que lo dejmos pasar. Hay algo que crece entre nosotros, y que mancha los vínculos que intentamos aguantar para no sentirnos solos... y sí que tiene que ver con mi postura sobre la juventud. Hace unos años yo hacía una tonteria y todos reían conmigo, ahora lo mismo y no todos me acompañan con su risa, y dentro de unos años alguien se atreverá a decirme qué debo y qué no debo hacer debido a mi edad/posicion/lo que sea. Normalmente no logro expresarme con claridad, ni soy capaz de llegar a tocar a alguien por dentro con mis palabras, hacer que en verdad escuchen o lean lo que digo o escribo.

Intento decir que esto que yo creo que se cría y crece entre nosotros, esa sensación de tener que comportarnos del modo que lo haría cualquiera en nuestra misma situación no la ha creado nadie más que nosotros, esclavos de cualquier cosa. Yo no quería cambiar porque me gustaba como era con todos y como todos eran conmigo. Pero a medida que voy pasando páginas todos van cambiando y yo me quedo atrás, lo de siempre queda olvidado o aburrido, sea bueno o lo mejor, da igual, ya está obsoleto; y la comodidad que hacía que mi forma de ser con todos me agradara se torna incómoda, y me veo forzado a ceder ante... ¿Ante qué? No sé qué es, solo se que cada vez que veo una fecha en una lápida, una mátricula, algo que hace tiempo que no veía... siempre hago el cálculo de más o menos el momento exacto en que aquéllo apareció en el mundo, y no hay día que no desee volver a ese día en mi vida, para cambiar cosas para bien, no mío, de todos.

Mi vida, una línea de discontínuos esfuerzos por avanzar; hoy, parada...

Descansen en paz.