25 noviembre, 2009

Vino el vino a la boca del poeta.

Hoy intentaré escribir sin llorar:

Me frustra. Creí haber tomado el buen camino y así lo dicta aún mi corazón, pero mi mente cada vez estira más de esta carga tan pesada. No quiero pensar qué sucederá cuando se rompa el cable.

Me siento como un viejo barco lastrado, como una imponente montaña en el horizonte con siempre la misma geografía, el mismo sabor y los mismos cambios. Parece que soy tan lo mismo que cuando los demás cambian me muestro decepcionado, que cuando ellos van a más yo me siento empequeñecido.

Quizá sea el momento de preguntarse si lo que hago está bien o está mal, igual no ha sido buena idea tomar como ley mi pensar, quizá me he vuelto a equivocar.

Equivocado no es mucho mejor que estar muerto, hay gente que muere por equivocaciones propias o ajenas. Me siento triste y, curiosamente esta vez, he encontrado las palabras más dulces, mi codiciado y astío conjuro...

Pero hoy esas palabras no adormecen mi pena cual vino la boca del poeta.

Ojalá a estas horas se pudiera cantar, tengo una nueva canción en mente y mañana la habré olvidado. Una noche entera de luto le voy a dar.

Buenas noches, y que no os fallen a ninguno.

Ricky

22 noviembre, 2009

Punto de inflexión

O eso parece que es. He vuelto a tener pesadillas. Esta noche ha sido de las mas largas que he pasado en mucho tiempo. Parecía que no era mi cama donde dormía, sentía frío, inquietud, tenía la impresión de que la que sudaba era la cama y no yo. Me he despertado queriendo dormir sin gustarme, no un poco más, sino mucho... mucho tiempo.

El tiempo es algo que en realidad existe y no existe. No existiría si no estuviéramos midiéndolo constantemente, como me sucede a mí. Existe cuando no quieres que esa persona especial se vuelva y abra la puerta de su casa y "hasta la póxima", existe cuando te miras al espejo y descubres arrugas o canas, cuando lloras por cosas que antes no llorabas y cuando empiezas a restar importancia a cosas realmente importantes, hasta reducirlas a menos que nada...

Pero no existe siempre, por fortuna. No existe con el primer beso, no existe cuando sientes que es el mejor instante de tu vida, no existe la primera vez que lloras por felicidad, o cuando miras atras y al volverte muestras una sonrisa de algo que se parece a la superación, no existe durante el "abrazo de después" en total desnudez... parece tan sincero...

Esos pocos momentos hacen que valga la pena toda esta estancia en el mundo, y yo creo que por vivir uno de ellos vale la pena luchar hasta extremos muy alejados de lo común. Pero bueno, es mi opinión en un día que parece un punto de inflexión.

No me he cansado de luchar casi nunca, pero esta vez parece que necesito parar en seco y mirar alrededor. Creo que he luchado mucho, demasiado lejos... y me siento cansado.

Y gastado. Casi solo.

Nunca sabré si he actuado de manera correcta, si me he equivocado escogiendo caminos, si hay "algo" que nos marca a lo largo de nuestras vidas, llámalo el sino, y que ya estamos destinados a acabar de una manera u otra.

O empezar...

Empezar a ser yo de nuevo, que de tanto luchar me convertí en el guerrero y me olvidé de la persona, casi hasta me olvidé de la música, lo mejor de esta vida después del amor.

Tengo muchísimo miedo al devenir, a lo que me espera detrás de cada puerta que tengo que abrir... el tiempo sí existe cuando se trata de abrir una puerta y luego otra y luego otra y luego otra... hasta el fin. Ahora mismo me siento vació por dentro y por fuera, tengo muy pocas ganas de todo y lo poco que me motiva lo estoy dejando pasar, sabiendo claramente que no quiero perderlo y le pido que se vaya... por ella. ¿Por mí? No me entiendo, tengo el corazón peleado con la cabeza y no sé quien de los dos me dice la verdad.

Espero que dentro de un tiempo no me vuelva llorando después de haber mirado atrás, y no me arrepienta de haber actuado así en un punto de inflexión. Eso sería una lección de mi mismo a mi "yo" de dentro de un tiempo.

Lo único cierto es que solamente ha existido una cosa, una sola y maldita cosa en esta vida que me ha gustado de verdad, y que me ha disgustado, y que he amado y odiado... Ella. La traté como una princesa, como una esclava, como la causa de todo, como la culpable de todo, y creo que una vez, como una puta... Ella existirá siempre en mí, en mi cabeza, en mi corazón, en mi sangre, en mi vida... Estés o no aquí has dejado la mayor marca.

El tiempo no existe cuando te quiero tanto. Te echaré de menos si te vas... no quiero perderte y arrepentirme, tú no me perderás si no quieres... ¿Qué más te puedo ofrecer? Lo que más duele de todo esto es que yo intento pensar más en tu felicidad que en la mía y a veces me prefiero fuera que dentro de tu vida, te he hecho daño muchas veces, y bien otras tantas... pero a veces ya no sé distinguir las cosas.

Joder, necesito un abrazo, como aquél de hace 2 años y 10 meses, cuando nos sinceramos. Ya te lo dije, fue, creo, el abrazo más bonito de mi vida, el más cargado de sentimiento y significado. Ese momento convertimos un huracán en un día soleado de verano, de esos en los que solíamos pasear cuando podíamos...

Y todo lo puedo ganar o perder en un punto de inflexión... que injusto es el tiempo cuando existe.


Ricky